En el libro The Miracle Morning algunos de los empresarios más famosos del mundo revelan su mayor secreto para ser más eficientes y exitosos que la mayoría. Un truco que, paradójicamente, está al alcance de cualquiera. Consiste, básicamente, en darle la vuelta a la manera en que aprovechamos nuestro tiempo: en lugar de exprimirlas horas, se trata de multiplicarlas.
¿Cómo? Su técnica consiste en ganar tiempo de calidad. Unos minutos extra al día que les ayudan a mantenerse más activos, saludables, inspirados, concentrados y de buen humor (que no es poco).
Pero, ¿a qué nos referimos con tiempo de calidad? ¿Cuánto tiempo extra necesitamos cada día para cambiar nuestra actitud a la hora de enfrentarnos a la rutina?
Tiempo de calidad es aquel que utilizamos de manera cualitativa, es decir, invirtiéndolo en momentos especiales que repercute de manera positiva en nuestro bienestar.
A veces, levantarse 10 minutos es suficiente para experimentarlo, pero se trata de saber utilizarlo para que su efecto se prolongue a lo largo del día. Estos son algunas sugerencias para que practiques, verás la diferencia:
10 minutos de meditación: te sentirás menos estresada, más tranquila e incluso mucho más descansada que si te dedicas a dar vueltas en la cama luchando contra el despertador.
10 minutos para aclarar tus ideas: Poner por escrito tus prioridades o bien hacer una lista de las tareas más urgentes del día puede ayudarte a concentrarte en ellas y cumplirlas con ventaja.
5 minutos para visualizar tus objetivos: ¿Sabes qué quieres alcanzar? se te ocurre cómo sería un día ideal? Ser capaz de imaginarlo es el primer paso para conseguirlo.
15 minutos de ejercicio: para los menos perezosos, el ejercicio a primera hora del día es una fuente de vitalidad que te fortalece para el resto del día. Pruébalo y verás.