Si alguna vez has pensado que los calcetines no se ven y que nadie se fijará en ellos, estás muy equivocada/o. Esos centímetros que van desde nuestros zapatos hasta el dobladillo del pantalón pueden ser cruciales. Si se usan bien, pueden ser unos aliados perfectos para marcar estilo. De la misma manera, tienen un poder incuestionable para arruinar un look (casi) impecable.
Por eso, ahora que empieza el frío y los calcetines van a acompañarnos todos los días allí donde estemos, es hora de empezar a prestarles la atención que se merecen. Si ya tienes en el armario unos mocasines perfectos para esta temporada, asegúrate de que cuentas también con unos calcetines a la altura. A continuación, no dudes en presumir de ellos y dale una vuelta más al bajo de tu pantalón.
– Unos buenos calcetines se merecen un buen sitio: Los calcetines, igual que las camisas, deberían almacenarse en un espacio ordenado que nos facilite la vida. Olvídate de cajones caóticos ocupados por calcetines desemparejados e inservibles.
– Reserva los calcetines deportivos: Como siempre, la ropa deportiva tiene su lugar y su momento perfecto para ser vestida: en el gimnasio. Recuerda que esta norma afecta también a los calcetines. Unos calcetines de deporte oscuros puede ser una opción tentadora pero, créeme, no cuela.
– “No cost, high impact” o, dicho de otra manera, invierte en calcetines. Elegir bien tus calcetines no cuesta tanto y, sobre todo, vale mucho menos dinero que cualquier otra prenda que lleves puesta. Por eso, este invierno, empieza a vestirte por los pies y apuesta como nunca por ellos.