No es lo mismo ropa de segunda mano que ropa vintage. De hecho, la auténtica ropa vintage sólo se encuentra en boutiques súper exclusivas o selectos mercadillos. Prendas procedentes de los años 20, 30 y 40 que destacan por su calidad y su inconfundible diseño. Los abrigos de tu abuela sí son vintage, efectivamente.
En la actualidad, casi todas las marcas beben del estilo vintage como fuente de inspiración. Los encajes, las faldas de tiro alto o los collares extra largos son algunos ejemplos de tendencias recuperadas y convertidas en prendas de máxima actualidad.
A la hora de crear un estilismo vintage apropiado, el equilibrio es, una vez más, la norma. En concreto, se recomienda utilizar no más de dos prendas vintage y combinarlas básicos u otras prendas de carácter más contemporáneo.
Otro de los recursos más utilizados es limitar el vintage a los complementos. Las gafas de sol vintage, las carteras, los shorts de tiro alto, la bisutería o los zapatos son artículos muy fáciles de encontrar (están por todas partes) que aportarán un punto de personalidad a tu look sin apoderarse de él o cargarlo demasiado.
Si todavía no has sucumbido al vintage porque te parece un estilo complicado, ya es hora de que vayas cambiando de idea. Basta con hacer que las prendas se adapten a ti, y no al contrario. Un estilo vintage tan actual como tú, también es posible.